El
diablo es mentira, sufrimiento, tristeza, miedo, ira, envidia y todo lo malo.
Los
pensamientos, acciones e intenciones positivas, por lo tanto, provienen de Dios
(que es todo lo bueno) y los pensamientos negativos provienen del Diablo (que
es todo lo malo).
Hace
miles de años que se conocen bajo ese nombre y así nos lo han transmitido
nuestros ascendientes, y eso, que nos han hecho creer, sólo son energías
negativas o positivas que creamos a través de nuestros pensamientos,
sentimientos y acciones.
No
hablo de ninguna religión, asociación, secta, culto o creencia. Simplemente
utilizo estos términos (Dios-Diablo), y sus equivalentes, porque son los más
comunes y conocidos por todos los seres humanos, y nuestra región, no es la
excepción.
Todo
lo que sentimos está ligado a lo que vivimos cada uno en particular. Somos
seres únicos y por lo tanto también somos un pensamiento. Sin importar lo que
los demás sientan, cada uno de nosotros sentimos.
Existe
un versículo en la Biblia que dice: Digan hoy mismo a quien servirán y lo
menciono porque también hace referencia a estos sentimientos positivos o
negativos. En náhuatl se dice Ometéotl a la dualidad (positivo-negativo)
implicando un solo Dios en el cual se aglutinaban a los demás dioses y es una
esencia, una energía. Es invisible, intangible, él/ella, lo/la, cercano/lejano.
Pero en realidad se refiere a aquello que nos mantiene vivos y que nos guía;
nuestros sentimientos.
El
budismo lo menciona como karma, en donde cada acción tiene un efecto positivo o
negativo y los chinos lo llaman el Ying y el Yang.
Si
analizamos más culturas llegaremos a la conclusión de que existen los
pensamientos y acciones positivas y negativas, y que toda causa tiene un efecto,
toda acción tienen una reacción y cada acto tiene una consecuencia.
Cuando
se habla de cosas negativas que ocurren, por lo regular alguien dice es un
castigo de Dios, es obra del Diablo, y esto se refiere a que hicimos algo
negativo y se está recibiendo el efecto (muchos lo consideran inmerecido).
Dios
no castiga, dado el hecho de que es una energía positiva y también porque
él/ella no nos manipula. Nosotros somos entes de libre albedrío y por lo tanto,
dueños de nuestros pensamientos y acciones. Somos libres y todo lo que sucede a
nuestro alrededor lo vivimos porque así lo queremos o lo decidimos.
La
vida es estupenda, maravillosa, fabulosa, cuando estás consiente de tus actos y
así será por siempre si eres responsable de estos. Tus actos positivos siempre
tendrán efectos positivos, tanto en lo espiritual como en lo material. No
existe otra respuesta. Por el contrario, la mentira, el engaño y todos los
demás actos y acciones negativos, te llevarán a una vida de sufrimiento,
carencias, miedo y soledad.
Aquí
en el presente está el cielo, si eres positivo, y el infierno, si eres
negativo. Lo que también podemos hacer para vivir en paz, es no pensar, sólo
vivir y disfrutar cada día, sin dañar a terceros, incluyendo a la naturaleza
que es nuestra compañera sobre la tierra.
Ahora
tu decide ¿A quién quieres servir? a Dios (bien) o al Diablo (mal). Reflexiona
cada vez que haces una acción, positiva o negativa, y tu vida cambiará.
Vive
las tradiciones que nos dan alegría y nos hacen recordar a los espíritus que
alguna vez nos acompañaron, pero lo más importante, es disfrutar de la vida en
paz y con inteligencia para ser, estar y vivir felices.
Después
de vivir en la tierra nos vamos a descansar en paz, no vamos a tener otra vida
eterna, como nos han engañado, ésta es la única. Así que mientras vivas respeta
y ama para que conozcas el cielo y no el infierno.
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