LA DIPUTADA CARMEN
SALINAS LOZANO.
Nació en Torreón, Coahuila el 5 de octubre de 1933, está próxima a cumplir
82 años, es una actriz de cine, teatro, televisión, cantante (en obras teatrales),
imitadora y recientemente, sorprendió su faceta como política al ser designada
diputada federal por la vía plurinominal dentro de la cuarta circunscripción
por el Partido Revolucionario Institucional, muchos supimos y recordamos su
pelea en plena campaña presidencial del año 2000 con Vicente Fox Quesada, quien
fuera presidente de la República 2000-2006, porque ella apoyó abiertamente a
Francisco Labastida Ochoa, enfrentamiento que llegó a las agresiones verbales
entre ambos personajes, sin embargo no se pensaba que fuera miembro activo
tricolor y, menos aún, fuera tan cercana a la cúpula partidista, como para
ocupar una curul en la recién iniciada LXIII legislatura 2015-2018.
Esta es parte de su vida profesional. Su primera oportunidad como actriz se
la ofrece el señor Ernesto Alonso debutando en 1964 en la telenovela La vecindad. En cine realiza su debut
en 1969 en la película La vida inútil de Pito Pérez, dirigida por Roberto
Gavaldón.
En cine consolidó su carrera al interpretar papeles urbanos que la llevaron
a ser la consentida de las grandes masas, situaciones que permitían al público
identificarse plenamente, ya sea en las calles de la gran ciudad o en
provincias. Tiene el tipo, bajo nivel cultural y físico poco agraciado.
Participó en innumerables películas, pero es recordada por las realizadas en
el género de ficheras en los años ochenta con su entrañable personaje de la
corcholata, una prostituta teporocha venida a menos.
Su gran carisma y simpatía fueron garantía de un espectáculo para recordar.
Aunque tuvo muchos amores, afirma que sólo se casó una vez, y para siempre,
sin embargo, su vida personal estuvo marcada por una tragedia, cuando el cáncer
le arrebató a su hijo Pedro Plascencia Salinas el 19 de abril de 1994, por lo
que su hija Eugenia es la única que le acompaña en los momentos difíciles.
Produjo la obra Aventurera,
resultando un éxito, estuvo mucho tiempo en cartelera, fue representada más de
dos mil ocasiones y con ella recorrió la República Mexicana y algunas
partes importantes de Estados Unidos.
Cursó su educación primaria en la escuela “Alfonso Rodríguez”, donde
iniciaron sus aspiraciones artísticas, ya que desde el primer grado comenzó a
ser requerida como la estrella de los festivales escolares.
Fue así como comenzó su carrera, escalando poco a poco desde el diminuto
crédito hasta encabezar las carteleras de los principales teatros de revista; recorrió
por grandes temporadas los principales centros nocturnos de aquella época. Desde
entonces, Carmen Salinas ha trabajado incansablemente, se ha caracterizado
siempre por poner todo su esfuerzo, dedicación y gran entusiasmo en todo lo que
hace, esto a decir de los que la conocen.
Pero ahí no termina todo. Carmen Salinas ha continuado su carrera
cosechando nuevos éxitos lo mismo como empresaria que como actriz, ya que a la
par de sus actividades en escena tiene en la Ciudad de México un estudio de
grabación, el estudio K’ay Nah, donde han grabado figuras de la talla del
cantante español Miguel Bosé, mientras, su trayectoria profesional, pero
sobretodo su docilidad y fidelidad que raya en el servilismo, hacia su empresa
Televisa, y sus patrones, la mantienen colocada en un primer plano, cobrando
con esto, parte de las cuotas (facturas) pendientes al gobierno federal en
turno.
Porque siendo honestos, no es una gran actriz, y preparación académica y/o
actoral tampoco tiene, pero se supo colar en el momento y lugar oportuno y
llegó hasta el Congreso de la Unión, donde en su primera sesión se quedó
dormida, siendo exhibida por las redes sociales, incluso en su casa televisiva
fue actriz principal en la sección del noticiero nocturno Las mangas del
chaleco, donde mostró su personalidad corriente y vulgar que la hizo famosa.
Ahora hay una campaña de recaudación de firmas para solicitar sea separada del
cargo de elección popular que ocupa desde el 1 del mes y año en curso, la cual
no prosperará, porque los mexicanos no razonan, no reflexionan en el momento
oportuno, sino que lo hacen cuando ya no hay remedio y se quedará en simple
vacilada (como tantos otros escándalos mediáticos sin desenlace feliz). Lo
único que queda es decir, que bajo han caído la política y sobretodo sus
especímenes actuales. Reza un dicho y muy acertado por cierto, cada pueblo
tiene el gobierno que se merece y México estos tres años, merece tener una
actriz inculta, grosera, vulgar y corriente como representante popular.
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