EL DERECHO Y EL ESTADO.
El
Derecho o conjunto de normas jurídicas se divide en dos grandes grupos de
materias, que son: el Derecho Público y el Derecho Privado. El Derecho Público
es aquel que se refiere a la organización del Estado (Gobierno, Administración
y Tribunal) y a sus relaciones con los particulares; y el Derecho Privado
reglamenta las relaciones entre los particulares únicamente. El Derecho Público
se divide a su vez en: Derecho Constitucional, Derecho Administrativo, Derecho
Internacional Público, Derecho Agrario, Derecho Penal y Derecho Procesal.
El
Derecho Constitucional estudia la Constitución o Ley Fundamental del país, que
fija la organización política, las bases sobre las que actúan los poderes
públicos y los principios a que deben ajustarse las leyes secundarias. El
Derecho Administrativo establece las reglas a las que sujetarán su actuación
los diversos órganos del Gobierno. El Derecho Internacional Público estudia las
relaciones que tienen entre sí las naciones. El Derecho Agrario reglamenta el
régimen de propiedad a que deben sujetarse las tierras del campo. El Derecho
Penal reglamenta los actos antisociales que se consideran como delictuosos: los
delitos. El Derecho Procesal señala los procedimientos por los cuales se puede llegar
a los tribunales para obtener de ellos la protección y justicia.
El
Derecho Privado se divide, a su vez, en: Derecho civil, Derecho Mercantil,
Derecho del Trabajo, y Derecho Internacional Privado. El Derecho Civil
reglamenta las relaciones entre los particulares, en las cuales no interviene
ningún órgano del Estado. El Derecho Mercantil estudia los actos de comercio y
las relaciones que de ellos se originan. El Derecho del Trabajo reglamenta las
relaciones entre patrones y asalariados, en torno a la contratación y el
trabajo. Y el Derecho Internacional Privado trata de resolver los conflictos
que se susciten entre particulares, por la aplicación de las leyes de los
distintos países.
Como
los conflictos entre particulares o entre éstos y el Estado casi siempre
ocurren por la transgresión de las leyes y reglamentos establecidos, por los actos
indebidos del Gobierno o las autoridades, o por la negligencia de unos y otros para
respetar los derechos privados de alguien, es necesario conocer, aunque sea someramente,
las forma en que el Estado Mexicano está organizado y cómo actúa en el
ejercicio de sus funciones. La Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos determina que la Nación Mexicana se ha organizado en forma de
República Federal, Democrática y Representativa, lo cual significa:
Que
la Nación Mexicana es una República, o sea que se rige por medio de un Gobierno
Republicano. La Nación es el conjunto de habitantes de un mismo país o región
territorial, que generalmente tienen el mismo origen y hablan la misma lengua,
o tienen intereses (tradiciones, costumbres, motivos
socio-económico-culturales) largo tiempo comunes. El gobierno republicano es
aquel en el cual la más alta representación recae en una persona llamada
Presidente de la República, la cual es designada por los ciudadanos mediante
elección popular, y dura en su cargo un periodo administrativo de solamente
seis años.
La
forma de gobierno opuesta a la republicana es la monárquica, en la cual la
jefatura del Estado recae en un soberano, llamado rey, emperador, sultán o de
cualquier otro modo; pero que generalmente recibe el cargo por herencia de la
familia que retiene el poder, y dura en su ejercicio de por vida. En los países
más civilizados modernos, que tienen monarquías, éstas ya no son absolutas,
sino constitucionales, es decir, que los soberanos están sujetos a leyes que
emanan de los pueblos, por lo que muchas ocasiones los reyes tienen pocas
facultades de mando.
La
República Mexicana es Federal, porque está dividida en varios Estados (31 y un
D.F.), cada uno de los cuales es libre, soberano e independiente en cuanto a su
régimen interior, pero se encuentra unido a los demás mediante un pacto que
constituye la Federación de Estados, con una ley superior a las estatales o
provinciales, que es la Constitución, y un gobierno general para todas las
entidades que es el federal. Cada Estado o entidad federativa mexicana, tiene
dos gobiernos: uno local o estatal, que se elige dentro del territorio limitado
de la entidad federada, y otro nacional, el federal, que se elige por toda la
nación.
Para
que ambos gobiernos no se interfieran en el ejercicio de su autoridad y
administración, la Constitución nacional establece qué materias de gobierno son
federales (de jurisdicción federal), y cuáles son de la competencia de los
poderes locales (de jurisdicción estatal). La forma de gobierno, dentro de la
republicana, opuesta a la federal, es la República Central, en la que un solo
gobierno ejerce su autoridad en todo el territorio nacional y dicta las leyes
de todo el país. Ésta forma de gobierno es útil en los países de pequeña
extensión.
La
República Mexicana es además Democrática, lo que significa que el gobierno
radica, como un poder público, originalmente en el pueblo, del cual los
gobernantes no son más que representantes y servidores suyos. El pueblo elige a
sus gobernantes y delega en ellos su poder para gobernarse, por lo que el
gobernante debe siempre interpretar el sentir popular para gobernar de acuerdo
con él; pudiendo el pueblo retirarle su mandato si no se ajusta a tales
exigencias. El derrocamiento de los gobiernos tiranos se hace por medio del
derecho de rebelión de los pueblos.
El
tipo de gobierno opuesto al democrático es el de la dictadura, gobierno
absoluto en el que el mando lo ejerce un individuo o un partido político, sin
dejar que otras personas o partidos puedan participar en el gobierno. Las
dictaduras políticas son de muchos matices y grados, y pueden ir desde el
gobierno despótico y atrabiliario, hasta el simplemente intervencionista, que
va absorbiendo poco a poco el manejo de la vida de un pueblo, restando a la
iniciativa privada, cada vez más, su legítima intervención en la modelación de
la vida colectiva.
Finalmente,
la República Mexicana es Representativa, lo que alude a que tiene un gobierno
en el cual las leyes que rigen a la nación, son formuladas por grupos de
personas, capacitadas y más o menos especializadas en tales funciones, que
representan al pueblo. Ésta representación es la del Poder Legislativo. El
Gobierno Mexicano está organizado de acuerdo con la teoría de la División de
Poderes, que estima que si la autoridad radica en mayor número de personas, hay
una posibilidad mejor de que no se concentre en una sola la totalidad del
poder, y que los errores y abusos que se cometan sean menores.
Como verás amable lector, esto es teoría, letra casi muerta, porque la práctica cotidiana, refleja todo lo contrario.
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