jueves, 8 de mayo de 2014

El secretari@ particular.


Su labor es pensar para otro, organizar, redactar, escuchar, husmear, imaginar y sufrir por otro sólo él sabe aquello de lo que nadie más ha de enterarse. Deberá llegar antes y salir después de su jefe y guía moral.es un altruista en el mejor sentido, en el fondo, se siente parte inherente e indisociable de su virtual y cotidiano preceptor aunque la mayor parte de las veces resulta o es incomprendido. Sus errores personales cobran, ante los ojos de quien se supone que lo conduce y protege, dimensión de montaña, mientras que sus aciertos apenas si se convierten en minúsculos y efímeros montículos. Es vocero, amanuense, confidente, asesor, verdugo acompañante, capturista y procesador de datos, chofer, sparring síquico y, fundamentalmente, un anacrónico amigo subordinado. Es capitán de una endeble nave que boga todos los días entre los más variados climas humorales. Rara vez es valorado adecuadamente en el exterior de sus dominio institucionales y siempre está en las listas de los calumniados o envidiados. Si es mujer, la cosa es peor, en torno a ella han de tejerse las más truculentas leyendas.

Vive o siente una especie de secreta o táctica fraternidad con los demás secretarios particulares, porque ellos saben lo que es poder usar el facsímil, o afrontar la responsabilidad de tener que imitar la firma buena en el documento urgente. En muchos casos, ha de estar pendiente, incluso, de resolver todos, o casi, los problemas de la familia para que el señor no se distraiga o intranquilice. Mucho de lo que pasa en las empresas o dependencias es fruto o efecto de la acción de uno o más secretarios particulares, privados o auxiliares. A veces son el poder tras el trono, a veces, son nada más el poder, o el trono, o simplemente el tras. Ocasiones hay en que no son ninguna de estas cosas, sino el recomendado a quien no se pudo ubicar en ningún otro sitio. Es sin embargo, en los más de los casos, una pieza en preparación, un singular y potente alfil para ir a cubrir posiciones, alguien al que quizá tarde o temprano, se le reconozca su lealtad, entrega y talento. Si no sucede así, vivirá siempre el pasado. Un nostálgico potencial. Que entregan su lealtad y su salud para que una persona de especial significación funcione más eficientemente.

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