Te amo, te bendigo y te doy gracias por tu gran servicio hacia mí y toda la humanidad. Séllame y a todos mis hermanos en tu óvalo de pura, incandescente luz blanca que desvía las corrientes de energía que retardan la acción vibratoria de mis cuerpos internos. Yo decreto que la pureza dentro de todo electrón en mi aura, mis sentimientos, mi mente, mis cuerpos etérico y físico ahora se expande y aquello que es limitación y sombra en mi mundo ahora no será más.
La religión no es cosa de ceremonia únicamente. Es asunto de la vida diaria y de cada hora que vivimos. Es cosa de sentido común sencillo y ordinario. Es asunto de disciplina, dominio de sí mismo y contemplación. Es también desarrollo del amor y la gratitud por la vida, y a ese Dios que te ha dado esa vida y ha sostenido tu presencia en el universo por millones de años, esperando cumplir a través de ti un destino que no puede ser cumplido por ningún otro individuo. Una sección del gran tapiz cósmico que sólo tú puedes llenar.
Amado Gabriel, te amo, te bendigo y te doy gracias por lo que tú significas para mí y toda la humanidad. Carga estos mis decretos con tu presión cósmica de amor:
Yo soy la resurrección y la vida de todo el bien en mi corriente vida.
Yo soy la resurrección y la vida de mi eterna juventud y belleza, perfecta vista y oído, fuerza ilimitada, energía y salud.
Yo soy la resurrección y la vida de mi provisión ilimitada de dinero y de toda cosa buena y perfecta.
Yo soy la resurrección y la vida de toda perfección en mi mundo, y mi plan divino en cumplimiento ahora mismo.
La llama de la ascensión. Amados míos, es inteligente. Yo la he amado y vivido largo tiempo y bien. Puede ascender cualquier condición en que tú te encuentres. Puede ascender de la limitación a la armonía. De la aflicción a la paz. De la pobreza a la opulencia. De la discordia a la perfección. Es una de las actividades de la alquimia divina, que el cuerpo estudiantil en su mayoría no ha pensado en utilizar. Si hay condiciones pesadas en tu mundo; si tu alma está decaída (decaimientos que a veces no son tuyos); si hay depresión en el grupo de personas que te rodean; si hay fallas financieras que se te dan a conocer por las noticias, llama a las hermandad de Luxor donde está el templo de la ascensión, a que envíen la llama blanca para que traiga a tu vida la ascendencia y el entusiasmo que resucita la depresión y la eleva al estado natural de armonía y felicidad.
La llama de la ascensión al igual que la llama de la resurrección es un antídoto maravilloso contra toda depresión individual colectiva.
Te amo y te bendigo y te doy gracias por la llama de la ascensión que es el retorno al hogar para mí y para toda la humanidad.
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