Triunfadores VS mediocres.
El
ser humano es sui géneris, pero concretamente, el mexicano lo es aún más, lo
podemos observar y sentir cada día, en su comportamiento habitual, en sus
conductas poco dignas de ser imitadas, en su ausencia y escasez de metas u
objetivos claros para el presente y futuro que todo individuo merece.
Normalmente,
todo lo existente se divide en dos, y la manera de ser y actuar de cada uno, no
es la excepción.
Está
el triunfador, el ganador, el mejor, el envidiado por muchos, el que tiene y
vive como quiere, el que no depende de nada ni nadie para vivir. Este tipo de
personas, se preparan cada día mejor, estudian, asisten a cursos, talleres,
pláticas, conferencias, leen libros, viajan, son ambiciosos, egoístas,
(recuerda que estas emociones no son malas), no son envidiosos, no buscan
depender de dádivas del gobierno o de algún programa gubernamental, buscan las
oportunidades, no se sientan a esperar, saben gastar, no gastan más de lo que
ganan, saben invertir, no les da miedo el cambio ni nada, saben que el miedo
paraliza y empobrece, hacen las cosas con pasión, con gusto, con toda la
energía positiva posible, crean fuentes de empleo, pagan a tiempo sus
impuestos, sonríen, cantan, saltan, simplemente, son felices.
Por
otro lado, está el perdedor, el mediocre, el oscuro, el gris, el que todos le
dan la vuelta, el que a todo le tiene miedo, a todo le encuentra excusas,
pretextos, peros, ve el vaso medio vacío, el que ve nubarrones cuando el cielo
está limpio y despejado, el que va a trabajar sin ganas, obligado, hace las
cosas a fuerzas, sin energía, gasta más de lo que gana, no sabe ahorrar, mucho
menos invertir su dinero, es adicto al alcohol, al juego, a las fiestas,
algunos a alguna sustancia tóxica, no estudia, no se prepara diariamente, no
asiste a cursos, talleres, conferencias, prefiere invertir ese tiempo en el
descanso o en cosas sin beneficio, espera que el gobierno lo saque de su
pobreza, sin ofrecer nada a cambio, quiere dádivas la mayor parte del tiempo,
utiliza de manera indiscriminada las palabras siempre, nunca, todos, y el
lenguaje en general, no analiza, razona, ni reflexiona, habla por hablar, sin
darse cuenta que algunas veces agrede o lastima a la gente, es heredero del
lenguaje vulgar, prosaico y corriente de los conquistadores, esto debido a su
escaso nivel intelectual, en pocas palabras, no son felices, porque dicen que
muchas cosas les hacen falta para serlo.
La
incipiente democracia mexicana, en estos días electorales, está tornándose
demasiado polarizada, en parte por el hartazgo, dicen muchos, pero que está
redundando en escuchar insultos graves contra X o Y partido o candidato para
algún cargo popular. Incluso el instituto político que la elección federal
anterior (2015) estuvo a unos cuantos sufragios de perder el registro nacional
(PT), en sus comerciales, sabedor de que la gente de escasa cultura y
mentalidad cerrada, se engancha con facilidad; para no perder su registro, está
utilizando un lenguaje soez que conforme se acerca el día de la elección, va
incrementando su nivel, durante las llamadas precampaña e inter campaña,
hablaban de políticos mediocres y corruptos, ahora subieron el tono y señalan
que la mafia del poder es una basura, una aplanadora y que sus integrantes son
unos desgraciados, hasta donde más el Instituto Nacional Electoral ¿les
permitirá que lleguen? Esto, se torna grave, porque la gente sin cultura, ni
preparación, puede llegar a cometer situaciones demasiado graves, con el escudo
del hartazgo, que un candidato que compite por tercera ocasión, está sembrando
en sus seguidores, afortunadamente, son menos de los pensados, pero que en un
momento dado, si pueden desestabilizar a un sector de la población, o región
del país.
En
cada sexenio se han llevado a cabo acciones y políticas que benefician a la
mayoría de la población, no se puede apoyar a todos, eso es imposible, pero la
actividad política es buscar el bien común, el presidente de la República y los
ex presidentes, han buscado eso, pero no siempre el resultado es el esperado,
han hecho lo que han creído mejor para los mexicanos, estoy seguro que ninguno
de ellos, contribuyó en su periodo a la afectación colectiva, pero algunos se
dejan influir por sus dirigentes, cuya tarea es esa, la de atacar todo lo que
hacen los partidos de oposición, principalmente, al que tiene el poder en
turno.
Sin
embargo, no se te olvide amable lector, que el objetivo de los políticos que
integran el sistema político mexicano, es el de vivir cómodamente, sin mucho
esfuerzo, incrementando sus cuentas bancarias, para los espacios que les toca
estar sin un sueldo oficial, esto es, lo que la mayoría no logra entender y
creen que un sufragio cambiará la vida de la gente. La vida, la situación
individual, cambiará cuando cada uno de nosotros entendamos que no se debe
depender de nada ni nadie, que no se debe esperar nada de nadie que no sea de
uno mismo, la sicología dice que la persona más importante en nuestra vida,
somos nosotros mismos, así también debe ser el gobierno, es un mal necesario
que debe existir, pero si quieres sobresalir, si quieres triunfar, si quieres
ser feliz, única y exclusivamente, depende de TI.
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