¿TE RESULTA CONOCIDO?...
La sicología maneja
tres maneras de reaccionar ante cualquier evento, pregunta o descubrimiento, y estas
son: furia, negación o cinismo.
El mexicano, es un
ejemplar raro, diferente, distinto a los demás, recordando a la abuela, se
cuece aparte.
En este espacio, me
permito señalar actitudes y conductas que ejemplifican lo anterior, y que
espero hayas observado durante el trayecto de tu vida amable lector. No estoy
diciendo que todos lo hagamos siempre, pero que sin importar edad, sexo,
religión, estrato social y educación, alguna la hayamos repetido. Caso
contrario, te felicito, porque eres un ciudadano en especie de extinción.
El mexicano, siendo
adulto, no toma en cuenta a los niños; en los matrimonios cuando hay problemas
y devienen en separaciones o divorcios, los hijos constituyen el botín, el
poder de ambos, para afectar o perjudicar al otro, sobre ellos gira la presunta
causa o excusa para mantener a flote la relación que está resquebrajada, el que
logra la guarda y custodia de los hijos, aprovecha eso para no dejar al otro
que vea y conviva con ellos, finge ante los demás desconocer la causa de esa
desatención, cuando en la realidad es culpable.
El mexicano, cuando
anda en la calle, es sucio, bravucón y desaliñado, no le importa el derecho del
de enfrente, siempre o casi siempre, busca su bienestar personal, violentando
el de los demás. Si maneja, no respeta el uno por uno, los pasos de cortesía,
incluso, no respeta los semáforos, si está el semáforo en rojo y donde está en
verde no hay automóviles, se cruza; cuando alguien está esperando cruzar a pie
una calle, en lugar de disminuir la velocidad y dejarlo pasar, acelera; no
conoce las funciones que tiene su coche, simplemente mueve el auto, pero no
sabe conducir, no utiliza las luces preventivas, las direccionales, se detiene
en cualquier lugar, no importa que sea en lugar prohibido o en doble fila y si
los que van atrás de él, se lo hacen ver, responde con agresividad e insultos,
no reconoce que está mal, él siempre cree estar bien.
Avanza con el
celular, los audífonos o cualquier otro aditamento puesto que le impide
responder completamente en alguna emergencia, no observa más allá del coche que
va delante de él, algunos comienzan a tocar el claxon a la menor provocación, creyendo
que con ese escándalo van a agilizar el tránsito vehicular, cuando en realidad
lo que hacen es contaminar con el ruido.
Ignoran que en la
zona donde hay semáforos, el peatón tiene que esperar a que esté en rojo para
cruzar, pero donde no los hay, el peatón es primero, eso nos lo han dicho desde
niños, y se refiere a que debes dar el paso a la gente que anda a pie, pero la
mayoría lo hace al revés. En los cruces señalados como uno y uno, pasa el que
llega primero, cuando llegan al mismo tiempo debe pasar el que esté a la
derecha del conductor, pero rara vez encontramos un verdadero ciudadano con
educación vial y sobretodo con sensibilidad humana.
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