Haz desaparecer de tu mente todos los números no esenciales. Esto incluye tu edad, peso y estatura.
Mantén solo amigos alegres, pues los amargados te detienen. Si realmente necesitas uno, probablemente haya un miembro de tu familia que pueda llenar esa necesidad.
Continúa aprendiendo. Aprende más sobre computación, manualidades, jardinería, o lo que sea, pero nunca dejes ocioso al cerebro.
Disfrutas los "hoy" y "cada día" de las cosas simples. Cuando tus hijos son pequeños, son pocos los lujos que te puedes dar. Cuando están en la universidad, son pocos los lujos que te puedes dar. Cuando se han ido y están retirados, son pocos los lujos que te puedes dar.
Ríe mucho, largo y tendido. Ríe hasta que se te vaya el aliento. Ríe tanto que la gente te pueda encontrar en un lugar tan sólo distinguiendo tu risa.
Llora cuando haya que llorar; recuerda y sigue adelante. La única persona que estará con nosotros toda la vida, seremos nosotros mismos.
Rodéate de lo que quieres, ya sea de tu familia, mascotas, recuerdos, música, plantas, pasatiempos, lo que sea. Tu casa es tu refugio.
Cuida tu salud; si es buena, conservada; si es inestable, mejórala. Si está más allá de cualquier mejora, pide ayuda.
No tengas episodios de culpa... lo que pasó, ya está en el pasado. No te arrepientas de nada. Aprende de la experiencia, rescata lo positivo y sigue adelante.
Dile a las personas que amas que las amas, y a las que quieres, que las quieres, en toda oportunidad.
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