El ser humano es tan impredecible, no importa el país, el origen, o la condición social o económica, siempre comete los mismos errores, y anda con las mismas quejas.
Resulta contradictorio observar a la gente con aparente ropa de buena calidad, en un automóvil de lujo, comprando artículos con el dinero plástico que representan las tarjetas de crédito, llevando a sus hijos a escuelas privadas (con la intención de entablar amistad, con gente "importante"), etc. Pero tronándose los dedos cuando se llega el término de pagar las mensualidades, colegiaturas, y todo lo que previamente anduvieron presumiendo, pero que en realidad deben.
Otra característica de este tipo de gente, es sentirse superior a los demás, que nadie las merece y que casi casi están hechos a mano, típica reacción de gente inferior, oscura y mediocre, que todo lo estandarizan en el área económica. Reza, un refrán, el que nunca tuvo y llega a tener, loco que se quiere volver, y los que no tuvieron, ni ahora tienen, mucho peor. Pero no se dan cuenta que ya hay cada día menos gente que les cree esa falsa apariencia que quieren hacer creer como real, logrando que sean objeto de burlas, chistes e innumerables risas por su supina ignorancia.
Pero en fin, es algo que no los hace madurar, el que nace así, así terminará, hundido en el mayor ostracismo.
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