Pobreza mental mexicana.
Quiero
aprovechar el espacio para hablar del tema que nos mantiene estancados a los
mexicanos, y nada tiene que ver el gobierno en eso, el resultado es única y
exclusivamente de cada quien.
La
pobreza, esta existe de tres formas:
La
pobreza absoluta. Es cuando el ser humano ni siquiera tiene la posibilidad de
lograr alimentarse, de tener salud y un lugar digno con los servicios básicos
para vivir sanamente, física, mental y espiritual.
Comúnmente
existe en los países subdesarrollados, que son los más pobres, llamados
tercermundistas, hoy economías emergentes, y el 70 % de estos, son mujeres y
niñas. Un gran porcentaje, lamentablemente fallecen.
La
pobreza relativa. Es cuando el ser humano no tiene los ingresos necesarios para
satisfacer parte de sus necesidades básicas. Es la que más afecta. Existe en
todos los países del mundo.
La
pobreza mental. Es cuando el ser humano tiene la capacidad para satisfacer
todas sus necesidades básicas y el dinero sobrante no lo sabe invertir.
Malgasta
su dinero en cosas innecesarias, compra por impulso y no por necesidad.
Tienen
un empleo fijo, a lo mejor un negocio, a veces, tiene dinero sobrante. Ésta,
nace en la mente, a causa de la falta de conocimientos acerca del manejo
adecuado y correcto del dinero.
El
pobre mental termina malgastando su dinero porque piensa que se merece ciertos
lujos. Las compras realizadas son más por impulso que por una real necesidad.
El
pobre mental todo se lo deja a la suerte y vive esperando un milagro. Juega en
la lotería, rifas y juegos de azar. Asiste a su iglesia o templo para pedir
suerte y fortuna. Cargan un amuleto o talismán que les traerá suerte. Es
infeliz, porque no tiene lo que según él, cree merecer. Y esas cosas extras,
generalmente, son cosas materiales, porque según ellos, así adquieren valor
como seres humanos.
Tienen
ideas pobres, tales como: “no tengo dinero”, “después, cuando tenga dinero”,
“ojalá el próximo mes, año, ya tenga dinero”, ya podré comprar mi casa, un
automóvil, irme de vacaciones, ya podré hacer X o Y actividad. La gente no se
da cuenta que la ausencia de dinero no está en su bolsa, sino en su mente. La
pobreza mental, proviene más de una autosugestión, porque aun cuando tienen
dinero en la bolsa, siguen pensando y diciendo que son pobres. Por lo tanto, la
mente, el subconsciente rechaza la idea de que llegue a nuestras manos más
dinero. Los pobres no están satisfechos.
Los
pobres mentales, son materialistas, sólo les importa el qué dirán. Viven
creyendo que algún día los valorarán en su trabajo y les darán un cargo
importante. Que algún día van a ser jefes, lamentablemente, en la mayoría de
los casos, ese día nunca va a llegar. No ahorra, gasta mucho más de lo que
gana. Si tienen tarjetas de crédito, las utilizan indiscriminadamente hasta
endeudarse, porque creen merecerse ese dinero. Les gusta vivir de las
apariencias y lo principal, no creen en sí mismos.
Se
resisten al cambio y a aprender cosas nuevas. Viven todos los días
improvisando, aunque tienen planes y sueños nunca los plasman en papel para
construir un plan de vida y llevarlo a cabo. Sólo pierden su tiempo. En la
menor oportunidad, se aprovechan de los demás, porque creen que es la única
manera de salir adelante. Hacer negocios ilegales, robarle a la gente, tranzar
como se dice comúnmente.
No
tienen paciencia, todo lo quieren rápido y fácil. Viven creyendo que existe una
fórmula mágica para ganar mucho dinero. Desean desde el fondo de su corazón,
tener un pariente lejano millonario que les herede una gran fortuna, para que
les facilite el resto de su vida. Hacen suyos los triunfos de los demás.
A
cierta edad, los pobres mentales, creen que lo saben todo, que nadie les puede
enseñar y que nada nuevo tienen que aprender, no les interesan las demás
personas, solo piensan en sí mismos. Se sienten incomprendidos y en algún
momento de su vida, la frustración no los deja ser felices, se amargan y luchan
por hacer infelices a todos los que los rodean. Son una fuente de negativismo,
que esparcen con sus seres queridos, amistades y compañeros de empleo o
profesión.
Les
pasan ideas por la mente, como robar, asaltar, manipular, engañar a los demás
para obtener un beneficio, principalmente de tipo económico. Es muy orgulloso,
nunca acepta que se ha equivocado en su vida, todos tienen la culpa de su mala
suerte, menos él, vive con miedo interno, tienen una vida muy cobarde, no cree
en sí mismo.
De
nada sirve que el pobre mental gane mucho o gane poco, si todo lo malgasta. Sin
darse cuenta les hereda a sus hijos estos malos hábitos del manejo inadecuado
del dinero, condenándolos a ser pobres toda su vida como él y a vivir infelices
ambicionando todo lo que no pueden tener. Viven su vida, pidiendo dinero
prestado, a los bancos, a los amigos, a los jefes y con la mayoría quedan mal.
No pagan o lo hacen en pequeñas cantidades.
Para
finalizar, la pobreza nace, vive y se desarrolla en la mente de cada persona.
Afortunadamente la decisión de ser rico o pobre, es una decisión libre que cada
persona puede tomar. Para ser rico, se necesitan muchas cosas, principalmente
eliminar la pobreza de la mente, con la preparación necesaria.
La
ignorancia, la impaciencia, el miedo, la ambición mal encaminada y la falta de
preparación, alimentan a la pobreza. Caso contrario, la educación apropiada y
las acciones de emprendimiento matan a la pobreza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario