MUJERES: SEXO, INTERÉS Y AMOR.
Hoy, amigo y estimado
lector, quiero hablar un poco del mal llamado sexo débil, la mujer. Todos
durante el trayecto de nuestra existencia, de la vida, tenemos un contacto
cercano y muy directo con, por lo menos, una mujer, aunque generalmente, son
más, salvo las excepciones que tiene toda regla general.
Innegablemente, nacimos
de una mujer, nos amamantó una mujer, crecimos junto a una mujer, lo primero
que aprendimos fue de una mujer, generalmente es la madre, pero en muchos casos
es la abuela, la bisabuela, la nana, la sirvienta, incluso hasta una madrastra,
pero es mujer.
Por lo tanto, crecemos
con las ideas revolucionarias, yo diría alocadas, de las mujeres, nos hacen
creer que son débiles, abnegadas, sinceras, sencillas, leales, amorosas,
bondadosas, atentas, serviciales, amables, y agrégale la cantidad de etcéteras
que quieras. Y que nuestro padre, abuelo, bisabuelo, padrastro, el que sea,
pero siendo hombre, es lo contrario, el malo, el ogro, el golpeador, el
tomador, el macho, el grosero, malhumorado, infiel, e igualmente agrégale la
cantidad infinita que se venga a tu mente o recuerdos de etcéteras.
No quiero parecer
misógino o machista, simplemente, quiero ser objetivo, como en todos mis
análisis realizados y publicados en este prestigiado medio.
Soy un hombre con libre
albedrío y una amplia capacidad de análisis y razonamiento, principalmente en
los temas que me apasionan, trato de no quedarme con la primera o única versión
de los hechos, comentarios o historias, me gusta investigar más al respecto,
parafraseando a los antiguos, me gusta tener los pelos de la burra en la mano.
Algo que también muchas
veces se dice es que la mujer es la que manda en la casa, esa aseveración es
totalmente correcta, incluso en la casa de un machista, que niegue serlo. La
mujer tiene sus encantos físicos y mentales, para manipular al hombre, a través
del chantaje emocional, utilizan todas sus armas para dominarnos y si no
estamos alerta amigos hombres, en un 100% de las ocasiones, lo logran.
Sirva este comentario
como un pequeño curso para tratar de despertar del letargo en que una mujer nos
tiene, sutilmente, con lágrimas, enojos, con la llamada huelga de piernas
cruzadas nos destroza y al mismo tiempo nos tienen en su mano comiendo como
pajaritos y acariciándonos, pobres hombres ingenuos.
El hombre, por la
crianza que nos dieron, necesita pocas cosas para vivir y sobretodo, para ser
feliz, su principal debilidad, quiérase o no, acéptese o no, es el sexo, y para
obtenerlo tiene que ofrecer mucho, porque le cuesta trabajo obtenerlo, no llega
fácil, tiene que invertir, tiempo, dinero y esfuerzo, en cambio la mujer,
cuando lo desea o lo necesita, busca entre sus amigos o conocidos quien la
satisfaga, pero el hombre no es tan fácil, salvo honrosas excepciones, en que
una amiga o conocida suya ande buscando lo mismo y resulte ser el agraciado sin
comprar boleto. Hay infinidad de canciones que hablan de esto, pero una de
reciente popularidad señala: …cuando tienes ganas de dormir conmigo, se te
olvida que yo solo soy tu amigo, cuando ya terminas de hacerme el amor, a los diez
segundos dices fue un error… Nada más claro para ilustrar lo que señalo.
Siguiendo con mi tema
de hoy, el hombre siempre está invirtiendo, hasta los supuestos galanes, esos
que nunca les sobran mujeres, lo hacen, porque nada es gratis, cuando se trata
de una mujer, ellas están pensando más allá del acostón, mientras el hombre
solo piensa en hacerla suya, sin prever las consecuencias, que van desde
atraparlo, casarse con él, quedar embarazada, que la mantenga o simplemente
pasear y andar en lugares exclusivos o no, sin necesidad de gastar. Eso, es
simple interés. La mujer utiliza la palabra amor, cariño, a diestra y
siniestra, porque sabe que con ellas, logra lo que quiere, además de hacerlo
con su cuerpo; el límite, ella lo va midiendo; el sexo, es el éxtasis de que
todo va como lo ha planeado o, porque lo desea natural o provocado por el
exceso de alcohol o algún enervante. Que también se da. Pero mayormente es
planeado.
La sicología señala que
la mujer, no se enamora sólo porque lo dice, se enamora del hombre que la hace
mujer por primera vez, pero de manera satisfactoria, en caso contrario, se
enamora del padre de su primer hijo (cuando tiene varios y que no es egoísta),
es falso que una mujer que fracasó (con hijos o no) se vuelva a enamorar, esa
es solo una técnica infalible para que el hombre en cuestión, la mantenga,
incluso hasta se case con ella, mantenga a sus hijos (de otro, si los tiene),
le consiga o para mantener un empleo bien remunerado, le de obsequios costosos,
viajes, las hay incluso casadas, pero que el inocente marido, no tiene la
solvencia económica para darle lo que según ella, se merece y llega otro
luciendo una mejor posición económica y ellas, caen rendidas a sus pies y
enamoradas como colegialas. Algo tan falso y ruin, que, desafortunadamente,
muchos, realmente muchos hombres les creen y siguen invirtiendo un dinero por
tener sexo y escuchar falsos te amo, eres el amor de mi vida, eres el hombre
que me satisface y me hace feliz, si son casadas, pero no tontas, comentan, a
ti te amo, a mi marido no, pero no lo dejo por mis hijos, y una innumerable
retahíla de frases falaces, huecas, sin sentido para quien las dice, pero para
quien las escucha, les hace el día, incluso hasta les mejora la vida.
No amable lector, si no
coincides conmigo, te invito a que platiques con tu mamá, con una hermana, con
tu hija incluso, con una verdadera amiga de forma seria sobre la opinión que
ellas tienen y como tratan a los hombres y te quitarás poco a poco la venda de
los ojos, recuerda que en los sentimientos y emociones no hay partes buenas y
partes malas, lo que comentan de otro, lo comentan de ti, no te engañes;
asimismo, analiza a tu pareja, su comportamiento hacia los hombres y sabrás lo
que en verdad siente por ti, no hay ningún respeto hacia nosotros, salvo de las
que sí están realmente enamoradas, la mayoría, sólo nos utiliza para vivir el
mayor tiempo sin tener que hacer nada (no limpian su casa, no le dan de comer
al marido aunque llegue cansado de trabajar, sus hijos y todo les molesta,
etcétera), dedicándolo para ellas y sólo ellas, y aun así son las que siempre
se andan quejando de los hombres.
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