lunes, 6 de mayo de 2019

Pobreza....


Pobreza, sinónimo de incultura.

La riqueza de un país, se mide en base a la educación. México está en pobreza extrema. ¿Quién es el culpable? ¿Quién es el responsable?, muchos, atendiendo a su ignorancia cultural y educativa, señalarán al gobierno, en parte lo es, pero el principal eres TU.

¿Lo dudas?, es cierto. Oportunidades de estudio, todos hemos tenido, salvo casos muy excepcionales; además, la cultura que encierra la riqueza de cualquier Nación no es el resultado de una carrera universitaria, tiene que ver con sentido común, la inteligencia viene unida con el ser humano (aunque queda claro que no todos la tienen), una preparación académica, es eso, preparación, la inteligencia es con lo que se nace o no se nace, esa no se aprende en ninguna aula, escuela, o institución (oficial ni privada), hay gente triunfadora sin estudios y demasiados imbéciles con licenciatura, maestría y/o doctorado.

Como indiqué antes, todos nacemos con ella, en mayor, regular o menor medida, pero, el tiempo y la capacidad de raciocinio que nos distingue del resto de animales del planeta llamado tierra, nos va despertando de ese letargo, en el que nos encontramos, por contar con unos padres que jamás la encontraron, que nos crían, pero no educan, porque carecen de las herramientas idóneas para ello, que tienen incontables pretextos para excusar lo que ellos desearon y nunca alcanzaron.

Desde siempre, el llamado nivel básico (primaria y secundaria) ha sido gratuito, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así la establece en su artículo 3º, posteriormente, se incorporó la educación preescolar (jardín de niños o kindergarden por su origen anglosajón), actualmente, el bachillerato también es gratuito, ¿a qué me refiero con esto?, a que solo se paga una cuota de inscripción al inicio del ciclo escolar y los libros son proporcionados por el Sistema Educativo Nacional, lo que antes solo sucedía en la primaria, porque en la década de los ochentas del siglo pasado, los libros de secundaria se tenían que comprar en las librerías, con la ventaja de que solo eran 4 materias (español, matemáticas, ciencias sociales y ciencias naturales) que englobaban las que ahora, se han separado, solo para dar empleo a los recomendados, familiares y detalles de las autoridades educativas y dirigencias sindicales.

Aunado a esto, en cualquier rincón del país, nunca ha faltado una escuela primaria, por lo que la ausencia de las aulas, es solo un pretexto más de los padres y de los alumnos. Ahora con las reformas educativas, que sin duda, ha beneficiado a los profesores, pero que protestan para dejar de asistir a su lugar de trabajo, ha empeorado la situación, porque ya no se permite que en la boleta de los alumnos, se ponga una calificación menor a 5, aunque hayan sacado 4, 3, 2, 1 o 0, lo que ha vuelto más flojos a los estudiantes, porque saben que apurándose en la mitad del año o semestre, sacando un 7 o más de calificación, flojeando el resto del ciclo escolar, llegando al examen sin haber estudiado ni recordar nada (aunque lo dudes amable lector, hay innumerables casos), saben que les pondrán un 5, por solo haber escrito su nombre en la evaluación y la dejen en blanco, con lo cual tienen el pase aprobatorio al siguiente grado o semestre. Esto en la secundaria y bachillerato. En la primaria, cuando el alumno va mal, el profesor del grupo tiene la obligación de mandar llamar a su padre o tutor y preguntarle, si está de acuerdo en que su hijo repruebe o apruebe aunque no sepa nada. Los padres, que en general son malos ejemplos de honestidad, que no analizan el futuro de sus hijos, deciden que éstos sigan avanzando. Teniendo cada ciclo escolar, pésimas bases y peores conocimientos. También los programas sociales que maneja la SEDESOL han influido en el embrutecimiento de la niñez, adolescencia y juventud actuales, porque no les exigen una calificación mínima para seguirlos apoyando, simple y sencillamente con decir que están estudiando, les entregan sus muy buenos e inmerecidos apoyos. Que muchos sabemos, los beneficiarios, pocas veces reciben, los padres se los gastan en ellos, dejando incluso de trabajar, viviendo del apoyo social de sus hijos. Esto, es pobreza.

Otras acciones de pobreza, que la mayoría lleva adheridas a su vida diaria son: la falta de respeto, principalmente hacia ellos mismos, porque quien no se respeta asimismo, es obvio que jamás respetará a los demás; lastimar tu cuerpo con los tintes, tatuajes, piercings, maquillaje exagerado y expansiones que la gente de más bajo nivel presume, es pobreza, los católicos de cepa, saben que la Biblia, indica en sus páginas: “cuídate de los buenos, porque a los malos, los señalaré”. Esa es una manera de señalarse ellos mismos. La forma tradicional, es decir, de nacimiento o por accidente, es tener un defecto físico: carencia de algún miembro, sin vista, pero la peor de todas, es la estupidez.

Al mexicano, lo tienen que andar vigilando todo el tiempo, para que no haga cosas malas que afectan a los demás. Eso no es posible; más de una vez, son parte de la delincuencia que va creciendo cada día, porque hasta el que se dice más honesto, si encuentra algo mal puesto, lo agarra sin preguntar quién es el dueño, si recibe de más cuando compra algo, no lo devuelve. No respeta los límites de velocidad, los pasos peatonales, el 1X1, las filas, pide prestado o fiado y no le gusta pagar, si presta algún servicio, y le pagan antes, queda mal o de plano no entrega las cosas (de ahí la filosofía popular: músico pagado, toca mal son), siempre tiene prisa, si comete alguna falta administrativa o infracción, casi llora o da mordida para salir avante, es el más mordaz en criticar la corrupción, pero es el primero en propiciarla, gasta más de lo que gana, cobra más de lo que en su empleo aporta, es el último en llegar, pero el primero en irse, es el que más protesta, muchas veces sin saber la causa, es el primero en gritar insultos, detesta a los triunfadores, en lugar de imitarlos, todo esto, son acciones de pobreza. Dicen los economistas, que más de la mitad de mexicanos vive en la pobreza extrema, efectivamente, pero no precisamente, tiene que ver con cuestiones financieras ni económicas; tiene que ver con la escasa inteligencia que muestran a diario, en su hogar, trabajo, en la calle, etc. las acciones que ante los ojos del mundo, empobrecen a la nación y nos empobrecen a todos.         

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