Durante el transcurso de la vida hay errores que cometemos, (en mayor o menor medida) y que ante los ojos de los que saben se queda como imbécil, como estúpido, como ignorante, como p...
Así que ahora que las leas aquí, trata de no volverlas a repetir, por tu propio bien, de verdad te oyes mal y te ves peor, aunque creas que el de enfrente es quien está en el error, cuando te corrigen, y no te envalentones, porque solo haces más que comprobar que eres algo de lo anterior.
La gente no sabe distinguir entre ancho y largo, grueso y angosto, alto y corto, etcétera.
No conoce los colores, salvo blanco, negro, los demás por lo general, tienen variaciones, por ejemplo piden café (este es oscuro), les muestras el tono y dicen lo busco más clarito, cuando hay variaciones de tonos, pero no de nombre, ejemplo beige, arena, kaki, hueso, etcétera. Pero la gente a todos les llama café. Y así pasa con los verdes, azules, etcétera.
No tienen idea de las medidas, se imaginan que 10 cm. son demasiado, o viceversa. Igual pasa con los pesos, no distinguen entre gramos y kilogramos, resulta patético toparse con esas gentes.
No miran más allá de su nariz, si van manejando y hay un embotellamiento vial, comienzan a tocar el claxon, como si con eso ya fueran a remediarlo. Otros empiezan a insultar.
Si observan una fila larga y al lado creen caber se meten ahí, y más adelante se topan con que está cerrado y es la causa por la que otros si respetaron ese lugar.
Si van a pie a cualquier sitio donde se acostumbra hacer fila, les molesta, tratan de meterse hasta adelante, se siente influyentes, dicen llevar prisa, mueven las llaves (si tienen auto, o las de su casa), golpean el piso, exhalan más fuerte para demostrar su fastidio, golpean algo, etcétera.
Casi siempre al lugar que vayan en auto, quieren estacionarse lo más cerca de la entrada, y si no hay lugar, se estacionan en lugares prohibidos, en doble fila y si el vigilante les hace saber que está prohibido se bajan haciéndole creer que solo es un minuto, cuando eso es falso, un minuto se acaba en bajarse y llegar a la entrada del lugar. Lo que provoca en ocasiones un caos a los demás clientes o visitantes.
Si por fortuna la grúa anda cerca y los engancha o los inmovilizan con las arañas, son los más ofendidos, pasan del influyentismo, al drama y después al insulto, y así están hasta que se llevan el auto o de plano se los liberan.
Es común encontrar gente que no se quiere sentir p..., pero que sus actitudes lo demuestran, entonces tratan a los demás con prepotencia, los miran por encima del hombro (dijera mi abuela), portan sus lentes oscuros en lugares cerrados (lente oscuro, naco seguro), entregan el dinero sin mirar al cajero, están jugando con el celular (la mayor parte haciendo estupideces en él), hablando idiotez y media, etcétera.
Pues bien, por hoy les dejo estas pocas actitudes y poses de muchos farsantes que he visto y sigo viendo por las calles que me toca andar. Si te identificas con alguna, modifícala, te ves mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario