MENTALIDAD DEL HOMBRE…
Quiero aprovechar el espacio para hablar del
hombre, el varón, el caballero, el gentleman, el macho, el que domina (cree) a
las hembras, mujeres, damas, etcétera.
Desde que tiene uso de razón, 4, 5 o 6 años, la
familia principal, los padres, inculcan valores, pero también tabúes, que con
el paso del tiempo y conforme van creciendo, los afectan en el trato cotidiano
con el sexo opuesto.
Ejemplos, hay muchos, trataré de citar los más
recurrentes o representativos. Se dice que el hombre es el encargado de llevar
el sustento a la casa, lo cual es cierto, pero en la actualidad, no es una
regla general, se dice que los hombres no lloran, no se quejan y no deben andar
de comunicativos (chismosos), que son ellos los que mandan en su casa (esto es
cuando están casados, o en concubinato), que pueden hacer y decir lo que
quieran; a algunos, se les dice que no deben maltratar a las mujeres, en
cambio, a otros también, pero en su casa observan lo contrario (maltratos a la
mamá, hermanas). A otros de plano nunca les dicen nada, porque jamás les hacen
caso a sus pequeños o grandes logros, son lo que nunca hubieran querido tener.
En fin, todo eso y más van subiendo o disminuyendo
la autoestima personal dentro de la pareja, porque en plena adolescencia,
cuando las hormonas empiezan a trabajar de forma más intensa y, sobretodo,
diferente, empieza el cortejo hacia las compañeras de escuela, vecinas o hijas
de las amigas de sus padres.
El enamoramiento es, algo que no se les enseña
(por lo menos a la mayoría), cada quien lo hace de diferente forma y a su
manera, provocando que durante esa etapa de la vida, se encuentran con muchas
decepciones, porque ni ellos, ni ellas, están preparados, por lo que, para
algunos, se les hace juego, andar de picaflor, y no se detienen a mirar las
consecuencias que eso va provocando en la pareja, y en ellos mismos.
Según el estrato social, y nivel cultural de la
zona en que residan, se ven distintas circunstancias, pero independientemente
de ello, al final, resultan embarazos no planeados, no deseados y no cuidados;
algunos jóvenes, huyen, se deslindan e incluso ofenden a su pareja, otros, a
pesar de la edad, reconocen su paternidad, y dependiendo de la madurez de los
padres es la continuidad de su vida. Existen padres que por la edad del hijo,
no lo casan, sino que mantienen al producto de su descuido y a la madre, para
que el muchacho continúe estudiando, porque una profesión, a futuro será la
principal fuente de ingreso para ellos; otros, los “castigan” obligándolos a
hacerse responsables desde ese momento, es decir, deben dedicarse a trabajar
para mantener a su pareja y su irresponsabilidad. Otros, de plano, son más
irresponsables (los padres) que él, y son los que ofenden a la adolescente (dicen
que no es de su hijo, deslindándolo totalmente) y lo afectan más con sus
actitudes inmaduras.
La vida en pareja es difícil, se requiere
madurez emocional (que no siempre tiene que ver con la edad), de ambas partes,
pero hoy solo hablo del hombre. Según la situación o hipótesis en que se
encuentre, hay diferentes resultados, pero indico la más recurrente; los
amigos, que conforme se avanza en años, es más raro encontrarlos, les enseñan
el camino de los vicios, los cuales son formas de evadir o evadirse de las
responsabilidades, problemas y situaciones que muchas veces, creen los
destruirá. Empiezan por hacerlo poco a poco, llegan a su casa y por la
excitación de lo consumido, ven cosas que no son, se sienten incomprendidos, no
queridos, mal atendidos, etcétera. Empiezan a reñir con su pareja, a golpear a
sus hijos, pero lo más grave, comienzan a consumir cada vez más.
Lo que provoca, si no van moderando su
comportamiento e inhibiendo su manera de consumo, grietas difíciles de cerrar
con su pareja, incluso separaciones, o los hay, que por determinadas
circunstancias se mantienen juntos, aunque su vida familiar sea un infierno, un
círculo vicioso y conductas negativas reiterativas, lo que hace generaciones
más vulnerables y débiles, lo que es fácil de observar en la calle de cualquier
lugar al que vayamos. Hombres, corrijan sus errores y sobretodo brinden mejores
ejemplos a sus hijos, para que tengan un mejor mañana. Recuerden que la vida en
la tierra es temporal, sin embargo a veces queremos vivir como si nos fuéramos
a quedar eternamente y nos olvidamos de ser felices. El valor de las cosas no
está en el tiempo que van a durar, sino en disfrutarlas intensamente. Por eso
existen momentos inolvidables y alegres. Disfruta a tus hijos, a tu pareja y lo
que tienes, nada es poco, todo es más que suficiente.
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