viernes, 24 de mayo de 2013

LAS ELECCIONES.

La política actual no sirve porque no toma en cuenta al pueblo, no lo escucha, no le hace caso, solo se le acerca cuando hay elecciones. Y ya ni siquiera quieren votos, ya basta con las encuestas para decir quien ganó. Son sólo promesas de que van a hacer esto y van a hacer lo otro, y ya luego, pues anda vete, y no los volvemos a ver, solo cuando salen en televisión que se robaron mucho dinero y no les van a hacer nada porque la ley, que ellos mismos hicieron los protege.

Hace falta una política que tenga el espíritu de servir a los demás, sin intereses materiales, con sacrificio, con dedicación, con humildad, que cumpla la palabra, que la única paga extra sea la satisfacción del deber cumplido, como lo hacían los militantes de oposición de antaño que no paraban ni con golpes, cárcel o muerte, mucho menos con billetes de dólar, todos tienen un precio y cola que les pisen y con coptación económica o política se calma a los rebeldes.

El PRI captura primero los sufragios provenientes de zonas <controladas> por la recia estructura del priísmo hegemónico ante las oleadas de votos cruzados. Cuenta con todos los controles y, en los estados los cacicazgos regionales bajo el mando de los gobernadores con mente y actitudes sectarias se aprestan a maniobrar cuanto puedan para atemorizar a los sufragantes potenciales o desmadejarlos, manipulándolos con mil argucias, o para intervenir de lleno en la hora cero. Está acostumbrado a los procedimientos amafiados, como hilos conductores de la historia por escribirse bajo el peso de la alquimia, acostumbrado a desviar líneas y desvirtuar tendencias.

En las elecciones hay dinero a chorros para propaganda y realización de actos de proselitismo, guerra sucia, exaltación y denigración de imágenes de los candidatos y sus partidos, y no faltan las pretensiones de funcionarios de gobierno de distintos niveles y ámbitos de impulsar con programas o desvíos de recursos públicos a sus candidatos. Las maquinarias de los partidos tratan de obtener el mayor número de votos para sus candidatos y por encima de los votos duros de cada uno de ellos, ganar a los nuevos votantes y a los indecisos, grupo que puede hacer la diferencia.
 
Las dos principales clases de votos son o deberían ser:
 
Voto duro, es aquel que los simpatizantes, militantes o miembros de un partido emiten sin observar defectos de su candidato, siempre votan por su partido.

Voto útil, es aquel que siendo o no simpatizantes, militantes o miembros de tal partido votan por el candidato que tiene opción de ganar y que beneficie su forma de vida, aunque no sea el de siempre.

 

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