¡Ector! ¡Realmente me quitaste el aliento! Por un momento pensé que... dijo Uther deteniéndose intermitentemente para recuperar el aliento.
¿Pensaste que te iba a matar? ¡Oh hermano, nunca supe que podías correr tan rápido! de hecho, corriste más rápido que nuestros enemigos cuando los perseguimos, dijo Ector, riendo entre frases.
La carrera más rápida que corre un hombre en su vida es aquella en la que corre por su vida. De todas maneras te has convertido... en un...
Ector no permitió que Uther terminara la frase.
¿En un caballero? ¡Sí señor! ¡Estás hablando con sir Ector!
Uther se arrodilló solemnemente ante sir Ector y, en una voz ahogada por la emoción dijo: eres el primer caballero en la familia.
Ector se conmovió y abrazó cariñosamente a Uther. Al hacerlo pudo ver, con sus ojos húmedos, a su madre corriendo hacia él.
¡Ector, mi hijo! Al fin, has vuelto a casa a salvo. ¡Dios ha escuchado mis plegarias! lloró mientras lo abrazaba con fuerza, como si lo hubiera extrañado por décadas, con los ojos bañados en lágrimas.
¡Madre, tu hijo se ha convertido en caballero! anunció Ector orgullosamente. Pero Marta siguió abrazando y besando a Ector como si fuese sorda.
Ector la sacudió suavemente y repitió lo que le había dicho antes; esta vez diciendo cada palabra lenta y enfáticamente, como si le estuviera enseñando a un niño a repetir lo que había dicho.
Sí, te escuché. Caballero, conde o granjero, antes que nada eres mi hijo y lo único que me preocupa es tu seguridad, como a cualquier madre, dijo Marta.
Ector quedó instantáneamente desilusionado y emocionado; desilusionado porque su madre no parecía estar excitada sobre su caballería y emocionado porque su amor y preocupación por él era abrumadora.
Sintiendo la desilusión de Ector, Marta dijo: Por supuesto estoy orgullosa de que mi hijo sea un caballero.
¿Dónde está papá? preguntó Ector.
Se ha ido a participar en la feria del pueblo, volverá a la hora de la comida, respondió Marta.
En ese caso, iré a ver a alguien y estaré de regreso a la hora del almuerzo, dijo Ector.
¿Por qué no le dices a tu propia madre que ese alguien es Claire? dijo Marta riendo.
El valiente caballero se ruborizó.
Ahora puede besar a la novia, dijo el sacerdote.
Sir Ector besó a Claire por primera vez... delante de todo el pueblo.
Y luego suspiró --fue un suspiro de alivio, satisfacción, orgullo... lo que llega con el logro... cuando los sueños se hacen realidad. Todos estos sueños se habían hecho realidad... no... el había hecho realidad sus sueños.
Miró a sus padres y a su hermano y recordó vívidamente cómo lo habían intentado disuadir de que se volvieras un caballero. Rio para sus adentros cuando recordó la mirada de incredulidad en los ojos de su padre cuando vio... no... cuando se dio cuenta de que su hijo era un caballero. Había regresado de la feria del pueblo ansioso de compartir con su esposa y su hijo mayor lo que había visto y hecho allá cuando Uther lo sorprendió al anunciar dramáticamente.
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