lunes, 6 de marzo de 2017

El líder: hombre de poder 3.

Carlos Castañeda --en su conocida obra-- cuando habla de hombre de poder emplea dos conceptos mas, de alguna manera como sinónimos: guerrero impecable u hombre de conocimiento. Ser guerrero o ser sabio, no se logra ni de un día para otro, ni de forma gratuita. Lo ant5erior nos lleva a considerar que llegar a ser hombre de poder requiere de someterse a aprendizajes continuos, responsables comprometidos y de ninguna manera leves o sencillos, los cuales implicarán la inversión de toda la energía vital: es un compromiso de vida. Así, ser hombre de conocimiento, guerrero impecable, hombre de poder o líder, es una tarea que requerirá de toda la existencia.

La autoridad de un líder parte, según las enseñanzas tradicionales de los Toltecas ancestrales de tres aspectos a lograr:

1.- Aumentar la consciencia personal --así, consciencia escrita con sc--, para referirnos a la tarea profunda y transformadora de hacer consciente lo inconsciente, para repararlo, poniéndolo en términos sicoanalíticos; o como se verá más adelante, recapitulando en el proceso definido por los Toltecas. Como sabemos, una de las grandes aportaciones que Freud realizó fue el concepto del inconsciente, preconsciente e inconsciente, el cual dio al traste con parte de la soberbias humana: se consideraba que solamente lo concreto, lo que nuestra mente podía entender y razonar era lo válido. El mundo de los sueños por ejemplo, pertenecía a lo extraño, lo esotérico, lo no científico. Freud demostró la validez de la exploración y deseable conocimiento de ese disco duro del aparato síquico humano, donde se archivan tanto las vivencias de nuestro crecimiento individual y los conocimientos o experiencias que como especie atesoramos. Indicaba que muchos de los problemas de neurosis o de sicosis, se encuentran enquistados en el inconsciente y afectan directamente nuestros comportamientos, sentimientos y actitudes concientes --sin la famosa sc--. Explorar el inconsciente de forma seria, responsable y ordenada es la tarea fundamental para quien quiere conocerse a sí mismo y busca no repetir --de generación en generación, como reza la maldición sicoanalítica --, los errores, enfermedades, neurosis o programaciones familiares y sociales que nos causan dolor, confusión y miedo. La llave maestra para ingresar al inconsciente es analizar las manifestaciones del preconsciente: la interpretación de los sueños, los lapsus verbales, los chistes, las actuaciones (acting out), etc.

Así, quien aspiras a ser un hombre de conocimiento de poder o guerrero impecable tiene que comenzar por conocerse a sí mismo, para reconstruirse y recapitular su vida, reparando en los hechos lo que debe cambiar para no repetir los errores del pasado, propios o heredados. Este proceso de autoconocimiento, lo llevará inclusive a entender el sufrimiento del otro lo que le ayudará a acrecentar su empatía y lo obligará a desarrollar mecanismos de autosanación, indispensables para curar a los demás.

A pesar de que se pudiera observar en este punto un énfasis en lo individual (que de suyo lo tiene), la recapitulación también implica trabajar en los procesos de reparación social. Este aspecto también es fundamental para un líder. Cada día se habla con mayor insistencia en la Responsabilidad Social (la cual se tocará más adelante), y de la urgente necesidad de construir mejores sociedades y comunidades. Pero los núcleos sociales parten de la familia y de los equipos de trabajo en lo laboral o institucional. Así, la recapitulación o reparación, no sólo sanará al individuo, sino a los grupos en donde el líder, el hombre de poder actúa y participa. Los líderes deben de luchar por sanarse a sí mismos, para apoyar los procesos de curación de sus familias, de sus equipos de trabajo y de sus comunidades.      

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