lunes, 31 de julio de 2017

La mujer puede absorber las tensiones masculinas

Con la eyaculación y/o la relación agresiva, el hombre deposita, sin saberlo, las vibraciones de las emociones en la mujer. La carga negativa es transmitida a la mujer porque en la dinámica entre el hombre y la mujer, ella representa el recipiente, la parte que absorbe y recibe. La tensión emocional que la mujer puede adoptar del hombre se suma a su propia emoción física.

Las tensiones guardadas en la vagina pueden brincar-.incitar eyaculaciones. Mediante las estimulación sexual (mayormente el clítoris) la mujer libera tensiones en la forma de un arrollo intenso que se precipita hacia abajo en una excitación sexual. Esta descarga de emoción hace que el hombre eyacule de la nada, a menos que se encuentre inusualmente presente y centrado. Las tensiones emocionales que se guardan en la vagina, especialmente alrededor del útero, se empiezan a activar con una fuerte estimulación e incitación. Ésta fuerza, que ahora está cargada, jala la eyaculación del hombre. Algunos hombres no pueden creer lo rápido que se vienen; lo describen como una especie de oscuridad, que los lleva a una dirección a la que no querían ir, pero ante la cual se tienen que rendir como si estuviera fuera de sus manos. Esto explica por qué cuando una mujer alcanza el clímax el hombre eyacula tan sólo unos minutos después.

Verdadera autoridad masculina en el sexo
El hombre descubre la verdadera autoridad masculina al hacer más importante para él el amor que el sexo, y al mantener alejadas a las emociones de su expresión sexual. Para que el hombre pueda quemar la emoción inherente es de gran ayuda ejercitarse a diario. Durante siglos nos hemos ido enajenando de nuestros cuerpos; la mayoría se sienta en el trabajo y, generalmente, no realiza alguna actividad física. Los días de la caza y la recolección, de ir a buscar agua y recolectar leña se han terminado para la mayoría de nosotros. En estos tiempos, con nuestro limitado movimiento físico, no logramos quemar diario nuestras tensiones de manera natural.

En lugar de eso, las tensiones internas nos guían hacia el resentimiento, la necesidad de siempre hacer, la inhabilidad de relajarnos y mantenernos presentes en el momento actual. Claro que será un reto mayor el empezar a liberar las emociones a un nivel consciente, que hacerlo a través del sexo., Con éste la descarga es una experiencia placentera, mientras que caminar no es tan fascinante ni tentador.

Cuando el nivel de estrés y emoción es reducido, el hombre es capaz de estar más presente durante el sexo, lo que aumenta su habilidad para hacer el amor durante más tiempo. Es capaz de decidir conscientemente cuándo eyacula, ya que no sucede sin su voluntad. Al hacerse responsable de sus emociones y mantenerlas fuera del sexo, el hombre puede redescubrir su verdadero potencial masculino.

Al principio puede parecer una gran pérdida el no recibir una recompensa del sexo, de cualquier forma aquél que toma la responsabilidad gana una nueva libertad interior, que es la otra cara de la moneda. Con la responsabilidad gana una nueva libertad interior, que es la otra cara de la moneda. Con la responsabilidad, ganas la libertad de expresarte con intención, es lo opuesto de actuar por hábito. ven lugar de ser desgarrado por la emoción de vez en cuando, te conviertes en un ser humano amoroso, te elevas de los ciclos de inconsciencia que han ido pasando de generación en generación. La vida gana una calidad totalmente nueva cuando los genitales se usan para el amor, y no únicamente para la gratificación.

Si los genitales son usados exclusivamente para el servicio del amor, para lo cual cumplen su más alta funcionalidad y diseño, entonces se vuelven literalmente órganos generativos, y el sexo un acto que genera vitalidad, por lo tanto, la reproducción es tan sólo una parte de la función de la interacción sexual. Con una nueva comprensión de los genitales, de acuerdo con su polaridad intrínseca de masculino-femenino, es posible darle al amor una nueva expresión. Estos no son sueños para el futuro; más bien, posibilidades del aquí y el ahora, y con la persona que te encuentras en este momento. Aprendemos a contener la energía y expandirnos con ella, disolvernos en ella. Con la responsabilidad de nuestras emociones, tenemos una oportunidad única para determinar libremente nuestros encuentros sexuales sin limitaciones e independientemente de nuestras experiencias pasadas.

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