Un error habitual al redactar para internet es organizar la información como si fuera a ser leída en papel, con párrafos extensos, sin nada que ayude al lector a hacerse una idea previa de lo que puede esperarse del texto, aplicando un formato tradicional, propio de la edición impresa. En estos casos se suele hablar de la Ley del Ladrillo: para quien no te conoce, si tu texto parece un ladrillo, es un ladrillo. Por tanto, no basta con que el contenido sea interesante, hay que hacer que lo parezca.
No complicarse si no es necesario. Salvo si estamos redactando para un público muy específico, conviene recordar la famosa frase de Einstein: si no sabes explicárselo a tu abuela, es que no lo has entendido. Precisamente por las poco favorables condiciones en las que leemos el texto en una pantalla, nuestra capacidad de atención y de concentración es menor. Emplea un estilo sencillo de frases no demasiado largas, párrafos cortos y marcadores tipográficos que faciliten la lectura.
Concisión. No se trata de ser breve, sino conciso, es decir, de expresar la mayor cantidad de información con el menor número de palabras posible, que no quede nada en el tintero. En palabras de Daniel Samper: difícil seguir una frase de 30 palabras; casi imposible mantener la claridad con 50; las de 70 o más no son frases, son emboscadas.
Palabras clave. Para atraer a más lectores hacia nuestro texto, un consejo fundamental es buscar las palabras clave que el internauta introducirá en el buscador para encontrarlo y asegurarnos de que estas aparezcan en lugares estratégicos del texto, como el titular, la entradilla, el cuerpo del mensaje, los títulos de las fotografías (el texto flotante se muestra cuando se pasa el ratón por encima de una imagen) y los pies de foto. Google tiene una opción denominada google Instant que muestra las palabras más buscadas as medida que vamos escribiéndolas en el cuadro de búsqueda. Eso significa que esos son los términos más buscados por otros internautas y quizá debamos plantearnos incluirlos en nuestra redacción para atraer un mayor número de lectores.
Titulares. El titular de un artículo es una pieza fundamental. Debe resumir en 6-8 palabras el hecho más destacado del texto. Es fundamental recordar que el titular aparecerá muchas veces descontextualizado, cuando alguien lo use para hablar del artículo en Twitter o lo mencione en otra red social. Por eso es importante que sea explícito y descriptivo.
Ladillos. Está comprobado que, en ocasiones, los lectores llegan a una página y escanean (dado que no es una lectura pausada) el titular, los ladillos y algunas de las palabras en negrita. De ahí la importancia de dar información relevante en estas partes para mantener la atención del visitante y que se quede a leer el artículo.
Marcadores tipográficos en internet
En internet están surgiendo usos específicos de algunos signos ortográficos y ortotipográficos cuya finalidad y frecuencia varía en comparación con los textos impresos.
Por otro lado, en las principales redes sociales, como Facebook, Twitter o Google+, no es posible introducir algunos marcadores tipográficos, como las versalitas, la negrita o la cursiva, y deberemos buscar alternativas o adaptar nuestra redacción para suplir esta carencia.
Signos, símbolos y emoticones. La informalidad del canal está haciendo que prolifere en las redes sociales el uso de signos, símbolos y emoticones que aportan información paratextual, añaden una emoción o aportan una información gráfica adicional:
Detenidos cuatro empresarios por defraudar 2 millones de euros.
Se prevén más recortes en educación públicas para el próximo trimestre.
Un vertido ilegal contamina un humedal en Sevilla.
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