PROCESO ADMINISTRATIVO: EL CONTROL.
El
control es una etapa esencial en la administración, pues, aunque una empresa
cuente con magníficos planes, una estructura organizacional adecuada y una
dirección eficiente, el ejecutivo no podrá verificar cuál es la situación real
de la organización si no existe un mecanismo que se cerciore e informe si los
hechos van de acuerdo con los objetivos.
Antiguamente,
se ha concebido el control como una serie de procedimientos complicados que se
utilizan para corregir defectos o desviaciones en la ejecución de los planes,
una vez que han sucedido. De tal manera vista, esta etapa se percibe como un
método que reprime y presiona a los individuos de la organización, que
establece límites arbitrarios para la actuación, y que comprende solamente
hechos pasados o históricos.
Lo
anterior es equivocado, ya que el control bien aplicado es dinámico, promueve
las potencialidades de los individuos y, más que histórico, su carácter es
pronóstico, ya que sirve para recursos de la empresa, siendo su principal
propósito, prever y corregir errores, y no solamente registrarlos.
Por
lo que se puede definir como la evaluación y medición de la ejecución de los
planes, con el fin de detectar y prever desviaciones, para establecer las
medidas correctivas necesarias.
El
control es de vital importancia porque:
1 Establece medidas para corregir
las actividades, de tal forma que se alcancen los planes exitosamente.
2 Se aplica a todo: a las cosas, a
las personas, y a los actos.
3 Determina y analiza rápidamente
las causas que pueden originar desviaciones, para que no se vuelvan a presentar
en el futuro.
4 Localiza los sectores responsables
de la administración, desde el momento en que se establecen medidas
correctivas.
5 Proporciona información acerca de
la situación de la ejecución de los planes, sirviendo como fundamento al
reiniciarse el proceso de planeación.
6 Reduce costos y ahorra tiempo al
evitar errores.
7 Su aplicación incide directamente
en la racionalización de la administración y consecuentemente, en el logro de
la productividad de todos los recursos de la empresa.
La
aplicación racional del control debe fundamentarse en los siguientes
principios: Equilibrio, de los objetivos, de la oportunidad, de las
desviaciones de la costeabilidad, de excepción, de la función controlada.
Las
etapas del control son: establecimiento de estándares, un estándar puede ser
definido como una unidad de medida que sirve como modelo, guía o patrón con
base en la cual se efectúa el control. Hay tres métodos para establecerlos:
estadísticos, fijados por apreciación y técnicamente elaborados.
Medición
de resultados, consiste en medir la ejecución y los resultados, mediante la
aplicación de unidades de medida, que deben ser definidas de acuerdo con los
estándares.
Corrección,
la utilidad concreta y tangible del control está en la acción correctiva para
integrar las desviaciones en relación con los estándares.
Retroalimentación,
es básica en el proceso de control, ya que a través de la retroalimentación, la
información obtenida se ajusta al sistema administrativo al correr del tiempo.
Implantación
de un sistema de control, debe reunir las siguientes características: reflejar
la naturaleza de la estructura organizacional, oportunidad, accesibilidad,
ubicación estratégica.
Los
factores que comprende el control son: Cantidad, tiempo, costo y calidad. Los
tres primeros son de carácter cuantitativo y el último, cualitativo.
Para
que el control sea efectivo debe desarrollarse como una unidad y aplicarse en
todo tiempo a la empresa, pudiendo clasificarse en: control preliminar, control
concurrente y control posterior.
El
control, para que sea más efectivo y real, debe realizarse por áreas
funcionales, esto puede ser: control de producción, de calidad, de inventarios
(materias primas, materiales en proceso, productos terminados, partes de la
maquinaria y/o herramientas), de compras, de mercadotecnia, de ventas, de
finanzas, presupuestal, contable, costos, auditoría, de recursos humanos,
etcétera.
Las
técnicas de control, son las herramientas de las que se auxilia el
administrador para llevar a cabo el proceso de control. Algunas pueden ser: Sistemas
de información, gráficas y/o diagramas, estudio de métodos, métodos
cuantitativos, control interno/programas.
Finalmente,
es muy frecuente escuchar la frase control interno, este se refiere a la
aplicación de los principios de control a todo funcionamiento de la
organización; sus propósitos básicos son: La obtención de información correcta
y segura; la protección de los activos de la empresa y la promoción de la
eficiencia en la operación.
Éste,
no solo sirve para evitar fraudes, sino para optimizar el manejo de todos los
recursos a través de la disminución de desperdicios, aprovechamiento del tiempo
y del establecimiento de políticas de operación adecuadas, comprobación de la
exactitud de la información, establecimiento de sistemas de protección contra
pérdidas, etcétera.
·
Analista.
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