lunes, 14 de agosto de 2017

4. Confesión de un hombre, pareja de la mujer anterior.

Para mí es definitivamente más fácil reconocer las emociones en mi mujer y, con más frecuencia, puedo ver cómo me afecta e inflama mis emociones. El reto es entonces (sorpresa sorpresa) no decirle a ella: eres emocional, sino quedarme y sentir mi amor hacia ella. Cuando veo sus emociones le digo: Sí, es difícil, pero no puedo hacerte feliz cuando no quieres ser feliz. De cualquier forma, siempre es un reto, pero ahora al menos no quiero no verla por varias semanas como era común en el pasado. Ha sido mejor desde que regresamos.

Conmigo, me di cuenta de que soy más del tipo de bajo grado emocional: no me toques aquí, esto no se siente bien o eso es muy difícil. Por otra parte, Soy sensible, así que es como caminar en la línea entre ser sensible y ser quisquilloso. Solía descargarme cuando manejaba. Le gritaba a otros conductores y les prendía las luces, era un toro en brama, y me sentía tan bien ¡porque ellos realmente manejaban terrible! Después recordé que mi padre solía ser igual, era tan gentil como un cordero hasta que se metía en un auto y arrancaba, entonces se convertía en un vengador iracundo. Hoy al ver esto puedo manejar de una manera más relajada la mayoría del tiempo. A veces se mete la prisa en mis venas, y ahí voy, gritando y prendiendo las luces por siete segundos, después me veo y me río.

5. El reporte de una mujer, algunos años después de haber leído mucho
Hace años que trabajo sobre mis emociones en la vida diaria. Las emociones nunca me dejan en paz, siempre están ahí para retarme, me han confundido y sobrecargado por un largo periodo de tiempo; determinan mi vida en un alto grado y han influenciado mis relaciones de manera que me es casi imposible relajarme amorosamente en una relación muy cercana. A menudo simplemente me sentí a merced de mis emociones, eso me sucede muy seguido, pero con esta nueva manera de diferenciar emociones de sentimientos, de sacarlos fuera y lidiar con ellos, recibí una herramienta muy útil. Pude reconocer claramente y muy rápido sensaciones físicas, lidié con mis pensamientos, pero las emociones todavía eran confusas y agobiantes.

Algunas veces, aún hoy, no puedo saber realmente, por qué reacciono de cierta manera, ¿Cuándo y por qué me siento bien hoy? ¿Qué me influye? Fue para mí una gran clarificación y un alivio oír acerca de la distinción entre emociones y sentimientos. Tan pronto como me doy cuenta de que no me siento lo suficientemente libre como para voltear hacia la otra persona con un corazón abierto, cuando una especie de canal, una rigidez crece al lado mío, cuando me rindo y me siento sin poder o cuando peleo por algo, sé que estoy emocional. Entonces me ayuda saber que gran parte de mi reacción es hacia algo viejo, algo pasado, que está guardado en mí, y que tiene sólo poco que ver con el aquí y el ahora.

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