Si uno de nosotros está fuertemente emocional, el tema de tener un encuentro sexual es tabú para mí, ya que como soy naturalmente receptiva como mujer, me siento particularmente en peligro de absorber las tensiones de mi pareja. Mientras tanto, nos hemos sensibilizado para no molestarnos más con emociones innecesarias. A menudo no soy consciente de mi propia reacción ante las emociones inexpresadas de mi esposo: es mi cuerpo el que reacciona y resiste la corriente, o mi corazón no se abre cuando hacemos el amor. También puedo decir que, por alguna razón, simplemente no puedo relajarme y rendirme; aunque no me sienta emocional. También en estos momentos, platicamos, esto es muy importante. Tengo la impresión de que, debido a la distinción entre sentimientos y emociones, podemos ser más libres entre nosotros. Nos disfrutamos cuando experimentamos el estar desconectados de viejas historias, totalmente conectados con nuestro sentimiento aquí y ahora. Con esto logramos un enorme estado de presencia en el aquí y el ahora.
6. Experiencias de una mujer que participó
Hace dos años, aprendí la distinción entre emociones y sentimientos. Me atrajo y desde entonces intentamos aplicarlo en nuestra vida diaria. Primero pegamos la lista de detección en nuestro refrigerador, éste es el lugar de nuestra casa que es frecuentado casi a toda hora del día. Aquel recordatorio permanente (a veces desagradable) fue un gran soporte, especialmente al principio. Rápidamente redujimos al mínimo nuestras peleas de pareja. No nos habíamos dado cuenta de lo frecuente que eran nuestras peleas diarias y de que ya pertenecían a nuestra rutina. Frases como tú siempre..., tu nunca...v eran parte de la introducción en nuestros problemas. Tan pronto como uno de nosotros usa estas palabras, ahora, reconocemos nuestro estado emocional y casi siempre sabemos qué hacer, rápidamente me di cuenta de que me tomaba todo personalmente. En el transcurso del año me he vuelto más consciente de mis patrones de comportamiento, podía detener algunos de ellos inmediatamente, y si a veces no tenía éxito, al menos podía salir más rápido y fácilmente de esa situación.
Antes, definitivamente, era consciente cuando estaba en uno de mis estados emocionales, pero no tenía las herramientas suficientes para liberarme de ella. A menudo, al tratar de explicar (hablando, hablando y hablando), todo se ponía peor y tomaba más tiempo. Ahora, varias situaciones estresantes con mi pareja y primordialmente con los hijos simplemente se han disuelto.
Puedo recordar una conversación por teléfono con un pariente muy colérico. Queríamos hacer una cita durante esta corta conversación empezó a descargar inconscientemente sus emociones. En lugar de escucharlo con paciencia, me esperé hasta que tomé el primer respiro y lo interrumpí amigable y decididamente para decirle que tenía una cita. Él también se detuvo de inmediato y nos despedimos. antes me sentía expuesta en estas situaciones y me sentía obligada a escuchar, a tratar de ayudar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario