El amor se siente literalmente en el cuerpo, así que recuerda sentir el amor que eres. Esa el amor como un puente para el ahora, empieza a verlo como un mejor amigo que existe por siempre en el ahora. El enfocarnos en nuestro cuerpo físico nos ayuda a deshacernos de los regaños negativos de la mente que se encuentran enredados en el pasado o el futuro. El cuerpo es una experiencia continua del aquí y el ahora, y retener la conciencia en el cuerpo nos mantiene enraizados en el ahora, no en el futuro. El cuerpo sólo conoce el hoy, no el mañana.
Usar el cuerpo como un puente hacia el presente requiere una orientación interna básica de las enseñanzas del Tantra. Personalmente lo expresamos como un cambio: de vivir extrovertidos (como estamos condicionados), en el arriba y afuera, a vivir adentro y abajo, en nuestros cuerpos, más introvertidos, conectados con nuestro interior, el ser, la fuente interna de amor.
Conciencia a nivel mental
Desarrollar la conciencia de la mente y su interminable parloteo no es tan fácil de lograr como enfocarnos en el cuerpo. La mayoría de la gente tiene el hábito inconsciente de dejarse llevar por el pensamiento, soñar despierto acerca del futuro, o quedarse atrás en recuerdos pasados. Podemos estar tan envueltos en nuestras reminiscencias, que pueden pasar grandes periodos de tiempo sin darnos cuenta de que estamos ausentes del presente, perdidos en el pensamiento.
La mente evita que estemos totalmente presentes en nuestro cuerpo y nuestra realidad. Nos desconectamos una y otra vez del ahora y nos referimos poco o nada a nuestro cuerpo o a la conciencia de nosotros en estos momentos. Mientras nuestra mente se encuentra absortas por nuestro pensar obsesivo, fácilmente llegamos a olvidar que tenemos un cuerpo físico. Reconocer que estás perdido en el pensamiento es un proceso más evasivo que el de estar consciente del cuerpo. Tendemos a identificarnos más con la mente y el pensamiento, el pasado y el futuro, que con el presente y nuestras sensaciones corpóreas. Tendemos a tratar a nuestro cuerpo como una máquina y lo usamos de manera mecánica, descuidada, e inconsciente, lo que nos ha vuelto menos sensibles y ha contribuido a que pongamos más énfasis en la mente y retiremos al cuerpo de nuestra conciencia general.
Conciencia a nivel emocional
De los tres niveles, la emoción es la capa más sutil y difícil de ser localizada con la conciencia. La dificultad radica en nuestra identificación con el lado emocional. Cuando estamos en la emoción creemos que somos la emoción: ¡Es totalmente yo! La emoción es una experiencia tan desgastante y abrumadora que creemos que es una parte intrínseca de nuestra expresión, realmente es lo que somos.
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