La emoción, es decir: nuestras toxinas de sentimientos inexpresados están destinadas a ser descargadas o salir tarde o temprano. Lo más triste es que en la persona más cercana a nosotros es en la que regularmente depositamos nuestro veneno. La persona que más amamos en nuestra vida. Las toxinas que son parte de la emoción pueden gradualmente, con el tiempo, destruir el amor. Los continuos ataques de emoción en una relación pueden ser vistos como el lento proceso de erosión de la tierra. Cuando hay una corriente de agua bajando la colina, algo de tierra se va retirando. Cada corriente va consumiendo un poco un poco más de la colina. Antes de que te des cuenta, la tierra se encuentra llena de hondos valles y barrancos imposibles de puentear. De igual manera, cada vez que peleamos, la emoción consume parte der nuestro preciado amor, la siguiente vez un poco más. Eventualmente miramos a la persona de la que supuestamente nos enamoramos y empezamos a preguntarnos ¿Qué le sucedió a nuestro amor?
Varias parejas han dicho que se separaron de su parejas anterior porque habían peleado muchas veces. Finalmente, no lograban encontrar el camino de regreso al amor, como lo habían hecho en el pasado, y el resultado había sido el fin de la relación. El peligro de los ataques emocionales frecuentes en una relación es que las emociones, con el tiempo, pueden extinguir, y extinguirán, todos los sentimientos amorosos. El amor es como una frágil y delicada flor que no puede resistir por mucho tiempo la toxicidad de las peleas y las discusiones emocionales. El amor se revela en una atmósfera de tranquilidad y satisfacción y no es una zona arbitraria de guerra.
Escapes inconscientes de emoción
Inconscientemente, hay escapes de emoción cuando regañamos, nos quejamos de todo tipo de cosas, discutimos sobre detalles sin sentido, cuando hacemos un hábito contradecir a nuestra parejas, estamos a la defensiva, frágiles e irritables. Cuando estamos emocionales es difícil para nuestra pareja hacer lo correcto según nuestro punto de vista, todo lo que hace o dice está mal. Si no encontramos faltas en nuestra pareja nos volvemos impacientes con la cajera en el supermercado y arruinamos su día. ¡Estamos siendo emocionales! Si te enojas en el carro, te exasperas con los niños, estás siendo emocional. Si te enojas en el banco con el cajero automático, estás siendo emocional.
Si te sientes de esta manera muy a menudo, es bueno que reconozcas que eres emocional y que es el momento de hacer algo al respecto. Deja de repartir infelicidad en tu camino por la vida. Si das infelicidad, recibirás infelicidad a cambio. Si das y repartes amor a tu alrededor, a donde quiera que vayas lo recibirás a cambio y en abundancia.
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