
Me refiero a la tecnología, porque en las redes sociales: Facebook, twitter, whatsapp, instagram, YouTube, etc. Los usuarios sin quehacer productivo, se dedican a atacar al gobierno federal en turno, lo que merma el fervor patrio, porque la gente que oye, mira o lee estos ataques, cree ciegamente todo. Y simplemente se dedican a repetir lo mismo. Provocando además, el alejamiento de los ciudadanos de las plazas públicas de la cabecera municipal, impulsando al gobierno del nivel respectivo, a contratar artistas famosos, para que asista la población, lo que antes no se necesitaba. En los poblados, congregaciones y rancherías, se sigue dando, aunque en menor medida, ese fervor patrio, donde no se necesitan famosos para llenar las plazas o parques y se divierten con bailables de alumnos de los distintos grados escolares, poesías, juegos pirotécnicos, toritos, bandas o grupos musicales locales, a diferencia de las grandes ciudades.
Lo que es imperdible es el consumo inmoderado de alcohol, acompañando una deliciosa cena alusiva a la época, pozole (verde, rojo y blanco), enchiladas, chiles en nogada, empanadas, gorditas picadas, tostadas, garnachas, panuchos, pambazos, tacos dorados, etc. según el estado o región de nuestro país. Esto provoca, discusiones sin razón, peleas verbales y físicas, porque al calor de las copas, botes y botellas, aflora el equivocado orgullo nacionalista, terminando mal esas reuniones, sean familiares, o entre amistades y/o conocidos.
Esta es una fiesta nacional, la única y más importante que tenemos, por lo que debemos celebrarla con orgullo y gran fervor, pero sobretodo, es urgente reflexionar, en ¿qué estamos haciendo mal como individuo y en general, como país?, ¿por qué no hay las condiciones apropiadas para vivir mejor?, ¿por qué tenemos tantas carencias personales?, y otras interrogantes, que redundan en todos; ya lo he señalado en otras entregas y aunque parezca repetitivo, es necesario ir cambiando los vicios personales que todos tenemos, porque es lo que se transmite a nuestros descendientes y no tenemos la calidad moral ni humana, para pedirles hagan lo contrario, si nuestro ejemplo está pésimo.
Sólo buscamos el error del otro, para obtener una ventaja, material o económica, no respetamos casi nada, queremos ser siempre el primero en pasar, en llegar, en ganar, cuando la verdadera convivencia consiste en ambas partes, ganar-ganar, lo que se puede hacer, si todos contribuimos día a día con nuestro granito de arena. Esto debe ser el verdadero nacionalismo y desde luego, el orgullo de ser mexicanos, un cambio paulatino en nuestra manera individual, que trascienda a todo los rincones el mundo, donde seamos presentados como una nación normal, no como en la actualidad que servimos de mal ejemplo, y somos vistos como bichos raros y una especie diferente pero en el aspecto negativo.
Mientras tanto amable lector te invito a un nuevo renacer como nación, sacando con orgullo un grito fuerte, desde el corazón, porque hoy hay que festejar, celebrar y disfrutar de nuestra gastronomía nacional, solos, con la familia, con los amigos, con los vecinos, compañeros de trabajo, conocidos, con quien sea, pero que no pase desapercibido, pese a la realidad que vivimos, verdadera o inventada, hoy es el día oficial de todos.
¡¡¡Viva México!!!
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